La semana pasada tuve la oportunidad de estar en una sesión donde alguien me recordó lo mucho que me encanta el “storytelling” y las “presentaciones efectivas”, esta sesión me permitió tomarme un momento y reflexionar sobre cómo después de todos estos años he continuado la exploración y la aplicación de las historias como herramienta de comunicación y de innovación; me senté a revisar los juegos, las herramientas e incluso las diapositivas que utilizo para enamorar a otros de este mundo de contar historias y cómo una buena historia puede servir para vender una gran idea que se puede convertir en una historia de innovación.

Llevé el ejercicio un paso más allá y desempolvé libros, artículos e incluso algunas de mis primeras presentaciones, para entender como lo he venido aplicando en mi día a día y poder resumirlo y compartirlo con ustedes en este pequeño artículo. Empecemos entonces por el principio, al igual que en el artículo anterior, advierto que no considero que exista un único método o una “fórmula mágica” para convertirse en un gran contador de historias, existen muy buenas bases conceptuales y estructuras de comunicación que le va permitir articular, y comunicar mejor sus ideas, pero una de las claves del éxito del storytelling es lograr una conexión emocional con la audiencia y, mi estimado lector, para eso se requiere que cada uno le ponga su toque personal, que les permita generar una sensación de “autenticidad” el discurso debe ser o parecer auténtico para generar el impacto deseado, para conectarse con la audiencia y lograr no solo transmitir el mensaje sino generar una conexión emocional, recordemos lo que dijo la gran Maya Angelou “La gente va a olvidar lo que dijiste, e incluso lo que hiciste, pero nunca olvidará cómo los hiciste sentir”.

Entonces debemos identificar con qué elementos podemos conectarnos con la audiencia de una manera sincera y auténtica, de una manera que logre transmitir el mensaje de la mejor manera posible. Existen muchos elementos, pero podemos resaltar algunos “claves” en este artículo, empecemos por el humor, el “buen humor” claro está, hay que entender que existe un tipo de humor que conecta y un tipo de humor que desconecta, que debemos evitar temas sensibles como la religión, la política, el sexo y en general las creencias y costumbres de las personas, si logramos generar humor sin recurrir a esos temas sensibles podremos conectar con la gran mayoría de nuestra audiencia y “relajar” al público. El siguiente elemento es la sorpresa, debemos incluir un dato, una experiencia o una parte de la historia que sea “inesperada” para la audiencia, esto ayuda a que las personas estén muy conectadas y pendientes ya sea del desenlace o de la siguiente sorpresa.

Trate de vincular elementos visuales y auditivos que conecten con este tipo de personas en su audiencia, como dicen por ahí una imagen dice más que mil palabras y un video dice más que mil imágenes, hay que contar las historias logrando activar la imaginación de las personas, algo similar ocurre con el sonido y sobre todo con la música, la música genera una gran conexión emocional en la gran mayoría de personas y esa misma conexión emocional logra generar recordación y hay canciones que nos transportan a momentos muy específicos de nuestras vidas. Por último, los elementos  kinestésicos pueden representar un reto mayor, creo que la clave está en lograr que su audiencia sienta que está participando de manera activa, ya sea dibujando, creando, preguntando, respondiendo, o simplemente colaborando y compitiendo en un reto definido por el presentador, es decir, la clave en esta parte es generar en la audiencia esa sensación de “aprender haciendo”

Las historias hacen parte de nosotros durante todas nuestras vidas, y así como cada innovación tiene una historia detrás, la historia está llena de innovaciones, algunas que se han “contado” y se han “vendido” muy bien y otras no tanto, lo importante es entender que es casi igual de importante tener una buena idea que saber venderla, que más allá de pensar en una introducción, un nudo y un desenlace debemos conocer muy bien al protagonista de cada historia, definir cómo el héroe va a resolver el problema, vencer al villano y salvar al mundo, una idea y una innovación a la vez.